¡ ALTO a la guerra de exterminio contra las Comunidades Autónomas Zapatistas !
¡ ALTO al hostigamiento por parte del mal gobierno Federal y Estatal;
priista, perredista, panista y petista !
! Fuera el ejército y los paramilitares del territorio autónomo Zapatista !
INFORMATE CONOCELOS APOYALOS,
¡Si le pegan a uno nos pegan a tod@s!
...gente del pueblo desde abajo y a la izquierda en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, porque "No basta con enterrar al capitalismo, hay que sepultarlo boca abajo. Para que, si se quiere salir, se entierre más"...

agosto 27, 2009


CNI en Ostula, Michoacán:

“Esta situación no puede continuar”

Gloria Muñoz Ramírez, Xayacalan, Santa María Ostula, Michoacán. El territorio nahua recién recuperado fue el escenario donde más de 250 delegados pertenecientes a 13 pueblos, naciones, tribus y barrios indígenas del país coincidieron en que “el capitalismo se comporta ahora con la mayor saña que se haya visto en la historia, en una empecinada voracidad por nuestros recursos, agua, viento, vidas, tierras y territorios”. Ante esto, la Segunda Asamblea Nacional extraordinaria, del Congreso Nacional Indígena (CNI), advirtió que en estos momentos los pueblos indios se encuentran en una situación de emergencia.

El ambiente en el campamento en resistencia del nuevo poblado de Xayacalan, dentro de las asambleas y en conversaciones fuera de ellas, no sólo fue de descontento y denuncia sino de propuestas de acciones conjuntas, con la firme determinación de defender los territorios, ejercer la autonomía en los hechos y enarbolar un basta colectivo ante la violencia sistemática del Estado, traducida en despojos, desalojos, asesinatos, cárceles, desaparecidos, exiliados y represión —situación que, advirtieron en la declaratoria final, “no puede continuar”.

Hasta estas tierras del litoral del Pacífico michoacano llegaron representantes de los pueblos, tribus y naciones wixárika, yaqui, rarámuri, triqui, binnizá, tenek, nahua, purhépecha, ñahñu, mazahua, coca, amuzgo, tlapaneco, mixteco y cuicateco. Sus voces se mezclaron con cientos de participantes de las comunidades anfitrionas de Ostula, Pómaro y Coire, protagonistas de la recuperación de tierras del pasado 29 de junio, en una acción en que hicieron uso del derecho a la autodefensa, ante un ataque mercenario ordenado por un grupo de supuestos pequeños propietarios que habían invadido su territorio.

Fue precisamente la recuperación de estas más de mil hectáreas el motor de esta reunión. Para los anfitriones del significó el apoyo y solidaridad de Congreso Nacional Indígena (CNI) y en las cuatro mesas de trabajo fue el tema prevaleciente, como ejemplo de dignidad, organización, lucha y resistencia. Los retos no se vislumbran fáciles. En este paraje coexisten (o coexistían pues en estos momentos han hecho las siglas a un lado), militantes y simpatizantes de todos los partidos políticos. Hoy se declaran al margen de ellos, unen sus esfuerzos y trabajan en la construcción de un municipio autónomo. Y no de un “municipio soberano”, pues, como diría don Juan Chávez, representante purhépecha, “esa es una fórmula capitalista que no tiene cabida en la autonomía”.

El referente más importante de la reapropiación de este territorio fue sin duda la activación de la policía comunitaria y guardia tradicional, cuyos representantes hicieron acto de presencia ante la asamblea en medio de los aplausos y ovaciones de los delegados y observadores agrupados bajo la enramada recién construida. Con el rostro cubierto con telas negras improvisadas, miembros de la guardia tradicional se posesionaron en los costados de la reunión. “Ellos resguardarán nuestro encuentro. Nos cuidarán todo el tiempo”, señaló el moderador Teódulo desde el micrófono.

La autodefensa de los pueblos indígenas, afirmaron en la declaración final de Xayacalan, “es un modo de organización y acción que estamos buscando y ejerciendo como un paso necesario para defender y proteger nuestra autonomía, nuestra vida, nuestros pueblos, naciones, comunidades, tribus y barrios”.

Y ante voces aisladas que pidieron el reconocimiento institucional de las policías comunitarias indígenas, la asamblea aclaró que “la autodefensa no está sujeta a ningún tipo de negociación inter o paragubernamental, ya que es un recurso para lograr el buen vivir en equilibrio en nuestras comunidades, ante el resquebrajamiento y corrupción del entorno y de las instancias irresponsables de la seguridad estatal, nacional e internacional”.

La autodefensa, advirtieron “es un buen gobierno por nosotros mismos nombrado, reconocido y respetado, en el ejercicio de nuestro derecho a la libre determinación como pueblos que somos”.

Para esta segunda Asamblea Nacional Extraordinaria, el CNI se organizó en cuatro mesas de trabajo, y en todas ellas se discutieron tres temas centrales: el balance de la lucha indígena a partir del Cuarto Congreso Nacional Indígena realizado en la comunidad ñahñu de Atlapulco en el mes de mayo de 2006; el diagnóstico y evaluación de la guerra de conquista y devastación neoliberal en contra de los pueblos indígenas, de la nación y de la Madre Tierra; y el ejercicio de la autonomía indígena, la protección de los territorios indígenas y el derecho a la autodefensa.

El camino. Carlos Manzo, del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, recordó que la primera sesión del CNI se realizó en San Gregorio Atlapulco en octubre de 1996, convocada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), con una vasta presencia de los pueblos indígenas de todo el país. El segundo Congreso Nacional se realizó en el zócalo de la ciudad de México en 1998, y el tercero en la comunidad purhépecha de Nurío, en el contexto de la marcha del Color de Tierra, encabezada por el EZLN y acompañada por los pueblos indígenas del país. Durante todo este tiempo, recordó Manzo, “la voz de los pueblos indígenas fue traicionada por el Estado mexicano y aprobaron una ley indígena que no recogió los principales postulados de los Acuerdos de San Andrés”. En este contexto, en el cuarto CNI se ratificaron los Acuerdos de San Andrés como ley en las comunidades para fortalecer la construcción de autonomías en los hechos.

A partir del cuarto Congreso, continuó Alberto Guerra, de San Gregorio Atlapulco, “se crea una conciencia: si no participamos en la defensa de nuestros recursos, nos van a despojar y saquear de nuestras tierras, como han hecho desde hace años”. Es precisamente en este encuentro nacional donde el CNI en pleno ratifica su adhesión a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, promovida por los zapatistas como respuesta a la traición de la clase política mexicana al movimiento indígena nacional.

Es notable, señaló Rocío Moreno, del pueblo coca de Mezcala, que con la incorporación del CNI a la Sexta y su incorporación al recorrido de La Otra Campaña, este espacio de vinculación creció geográficamente, principalmente en el Norte del país, donde se llevó a cabo el Encuentro Continental de pueblos originarios de América, en Vícam, Sonora. A partir de ese momento, refirió Moreno, “se plantearon nuevos problemas y soluciones, y se añadieron fuerzas y resistencias”.

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