El pasado 7 de Marzo del presente año, en un acto de provocación y despojo, el Gobierno del Estado invadió el terreno denominado “Copxanaru”, terreno comunal que está en posesión de mi familia y ubicado en la comunidad de Nurío, territorio del pueblo p’urhépecha, dentro de la construcción de la carretera que va de Nurío-Urapicho, dañando de esta forma más de ochenta árboles que fueron sembrados hace más de nueve años, y que habían estado bajo el cuidado y protección de mis nietos, nietas, hijos e hijas, esposa y madre.
Esta obra carretera está bajo la responsabilidad del gobierno del Estado y la Junta de Caminos y Carreteras, y que jamás fuimos notificados, ni nos tomaron parecer de la acción que hicieron, siendo además el único predio que fue dañado con la destrucción de los arbolitos, cuando sí existía la manera de que fueran salvados, pero de manera arbitraria y provocativa cometieron este acto criminal. (...)